Hoy se publica en el Diario Oficial de la Unión Europea la Directiva (UE) 2025/2360, de 12 de noviembre de 2025, relativa a la vigilancia y la resiliencia del suelo. Es la primera normativa europea específica sobre protección del suelo y establece un marco ambicioso con el horizonte de lograr suelos sanos para 2050.
Un recurso en estado crítico
El diagnóstico que justifica esta norma es preocupante: entre el 60% y el 70% de los suelos de la Unión están degradados y siguen deteriorándose. El suelo es un recurso no renovable en escala humana —pueden necesitarse cientos de años para formar un centímetro de capa arable— y resulta esencial para la seguridad alimentaria, el ciclo del agua, el almacenamiento de carbono y la biodiversidad. España, junto con otros trece Estados miembros, figura entre los países declarados afectados por la desertificación conforme a la Convención de Naciones Unidas.
Qué establece la Directiva
La norma crea un marco de vigilancia armonizado para todos los suelos de la Unión, basado en descriptores comunes que permiten evaluar aspectos como el carbono orgánico, la erosión, la compactación, la salinización, la contaminación y la biodiversidad. Los Estados miembros deberán delimitar distritos y unidades del suelo en su territorio, establecer criterios para evaluar la salud del suelo —diferenciando entre valores objetivo sostenibles y valores desencadenantes que activan medidas de apoyo— y crear inventarios públicos de terrenos potencialmente contaminados y contaminados.
Para los terrenos contaminados se establece un régimen específico con enfoque basado en el riesgo y por etapas: identificación, investigación, evaluación de riesgos y, en su caso, medidas de reducción. La Directiva exige investigaciones del suelo ante determinados sucesos como la solicitud de permisos, cambios de uso del terreno o transacciones inmobiliarias.
Calendario de aplicación
La transposición al Derecho nacional debe completarse antes del 17 de diciembre de 2028. El enfoque para terrenos contaminados debe estar establecido para diciembre de 2029, las primeras mediciones del suelo han de realizarse antes de diciembre de 2030, y la identificación de terrenos potencialmente contaminados existentes debe completarse para diciembre de 2035.
https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/?uri=OJ:L_202502360