La Generalitat ha cedido el uso de cinco pisos intestados, procedentes de propietarios que fallecen sin legarlos a nadie y sin herederos, a entidades de la red de Viviendas de Inclusión que gestiona la Fundació Un Sol Món, la obra social de Caixa Catalunya. La administración catalana y la entidad han firmado un convenio por el cual la primera mantendrá la propiedad de las viviendas pero cederá su uso a las asociaciones sin ánimo de lucro que gestionan la red de viviendas de inclusión. Hasta ahora, los pisos intestados que recibía la Generalitat, entre quince y veinte al año, se vendían para obtener liquidez que también se repartía entre ONG.
Actualmente la red de Viviendas de Inclusión gestiona 406 pisos de 91 asociaciones. Son pisos que albergan a personas sin techo, inmigrantes sin papeles, toxicómanos, jóvenes tutelados por la administración, víctimas de la violencia de género o personas que salen de la cárcel y ciudadanos que necesitan un alojamiento temporal como último escalón en su proceso de reinserción social. De ahí que sean pisos con algún tipo de tutela, ya sea con la presencia permamente de educadores o con supervisión más o menos esporádica. La Generalitat espera ceder otros 15 pisos a la red hasta finales de este año.
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