La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha presentado en su Memoria 2024 un balance de los principales retos, avances y líneas estratégicas en materia de privacidad y protección de datos en España. El año ha estado marcado por una intensa actividad regulatoria y de concienciación, especialmente en torno a la protección de los menores en el entorno digital, el desarrollo de la inteligencia artificial y la gestión de datos sensibles como los neurodatos y los datos biométricos.
Uno de los ejes prioritarios ha sido la protección de la infancia y la adolescencia frente a los riesgos asociados al uso de dispositivos móviles y el acceso a contenidos inapropiados en Internet. La AEPD ha impulsado campañas de sensibilización, ha colaborado en la elaboración de un anteproyecto de ley específico y ha desarrollado herramientas y recomendaciones para familias y centros educativos. También se han presentado informes sobre el impacto de los patrones adictivos en Internet y la importancia de establecer sistemas de verificación de edad robustos y respetuosos con la privacidad.
En el ámbito tecnológico, la regulación de la inteligencia artificial ha cobrado especial protagonismo tras la publicación del Reglamento de Inteligencia Artificial en la Unión Europea. La AEPD ha intensificado su trabajo en la elaboración de guías, directrices y mapas de referencia para tratamientos que incluyen IA, así como en la promoción de una cultura de responsabilidad y transparencia en el uso de datos, especialmente en sectores sensibles como la salud.
La gestión y protección de los neurodatos, información especialmente sensible que puede revelar aspectos íntimos de la persona, ha sido otro de los focos innovadores. La Agencia ha colaborado con organismos internacionales y ha participado en la elaboración de declaraciones y recomendaciones para garantizar el respeto a los derechos fundamentales en el desarrollo de la neurotecnología.
En el plano internacional, la AEPD ha reforzado su liderazgo en grupos de trabajo europeos e iberoamericanos, abordando cuestiones emergentes como la protección frente a la violencia digital, el uso de tecnologías como blockchain y la gestión de datos biométricos. La cooperación con otros organismos y la participación en foros internacionales han sido claves para adaptar la normativa y las estrategias a los nuevos desafíos tecnológicos y sociales.
La Memoria también destaca la importancia de la automatización y la digitalización de los procesos internos de la Agencia, la actualización de herramientas de gestión de brechas de seguridad y el apoyo a la figura del delegado de protección de datos, especialmente en pymes y administraciones públicas.
De cara al futuro, la AEPD afronta el reto de implementar el Plan Estratégico 2025-2030, adaptarse a la creciente carga de trabajo derivada de la nueva legislación europea y seguir promoviendo una cultura de protección de datos que garantice los derechos y libertades de la ciudadanía en una sociedad cada vez más digitalizada.